¿Qué pasó en 1968 en Tlatelolco? Entender para no repetir
- Alexandra Бержанская
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
El movimiento estudiantil de 1968 en México es uno de los eventos más importantes y dolorosos de la historia moderna del país. La noche del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, marcó para siempre a varias generaciones. En Escuela en Línea N1, creemos que es esencial aprender de la historia para no repetir los errores, y por eso abordamos estos temas con sensibilidad y profundidad en nuestras clases.

El movimiento estudiantil de 1968 Tlatelolco: ¿qué lo originó?
Durante 1968, estudiantes de diferentes universidades del país comenzaron a organizarse para exigir libertades democráticas, alto a la represión, y reformas educativas. El movimiento estudiantil de 1968 no solo era una protesta contra actos de violencia en las escuelas, sino también un llamado a la apertura política en un país dominado por un sistema autoritario.
En Escuela en Línea N1, fomentamos el pensamiento crítico desde edades tempranas. Enseñar lo que ocurrió en 1968 no es solo recordar un hecho histórico, es brindar a los alumnos herramientas para analizar la realidad, cuestionar y expresar sus ideas de forma pacífica y argumentada.
Aprender de la historia para no repetir los errores
El 2 de octubre de 1968, en medio de una concentración pacífica de estudiantes y familias en la Plaza de las Tres Culturas, el ejército mexicano abrió fuego. Hasta hoy, no hay una cifra oficial de víctimas, pero se habla de cientos de muertos y desaparecidos. Es un episodio que demuestra por qué es vital aprender de la historia para no repetir los errores.
En nuestras clases de historia en Escuela en Línea N1, no nos limitamos a contar los hechos. Guiamos a los alumnos a reflexionar: ¿qué lleva a una sociedad a esos extremos? ¿Cómo podemos construir un país donde las ideas se escuchen, no se repriman?

Conclusión: historia para la conciencia, no para el olvido
Recordar Tlatelolco es un acto de conciencia. En Escuela en Línea N1, enseñamos a nuestros estudiantes que la historia no es solo fechas y nombres, sino una herramienta para transformar el presente. Hablar del movimiento estudiantil de 1968 es enseñar que los jóvenes tienen voz, que la libertad vale, y que la violencia nunca puede ser el camino.
Aprender de la historia para no repetir los errores es parte de nuestra misión como escuela. Porque solo con memoria, análisis y educación podemos construir un México más justo y humano.
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