Experimentos caseros Escuela en Línea No. 1
Crear un ecosistema autosuficiente en un frasco, también conocido como terrario eterno o jardín eterno, es una forma fascinante de acercarse a la naturaleza y a la ciencia desde la comodidad del hogar. Además de ser un proyecto casero entretenido, funciona como una decoración viva y autosostenible que puede perdurar por años si se cuida correctamente. A continuación, te presentamos los materiales que necesitas, el procedimiento para ensamblarlo y la explicación científica de cómo funciona

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1. ¿Qué es un terrario eterno?
Un terrario eterno o jardín eterno es un recipiente cerrado en el que se recrean las condiciones necesarias para el crecimiento de las plantas sin la intervención directa del ser humano. Dentro de él, el agua, el oxígeno y los nutrientes circulan en un ciclo continuo, generando un pequeño ecosistema autosuficiente que casi no requiere mantenimiento. Esta idea se popularizó cuando el doctor Nathaniel Bagshaw Ward descubrió, a principios del siglo XIX, que ciertas plantas podían sobrevivir en recipientes sellados durante largos periodos.
2. Cómo funciona
El principio fundamental que rige el terrario eterno es el ciclo cerrado de agua, gases y nutrientes:
Transpiración y condensación
Las plantas toman agua y nutrientes del sustrato y liberan humedad a través de sus hojas (transpiración).
Esta humedad sube en forma de vapor y, al enfriarse contra las paredes del frasco, se condensa y regresa al sustrato, manteniéndolo húmedo de forma constante.
Fotosíntesis y respiración
Durante el día, la luz atraviesa el frasco y permite a las plantas realizar la fotosíntesis, liberando oxígeno.
Por la noche, tanto las plantas como los microorganismos presentes en el terrario consumen oxígeno y expulsan dióxido de carbono, equilibrando los gases en el interior.
Ciclo de nutrientes
Las hojas y otros residuos vegetales que caen sobre el sustrato se descomponen gracias a los microorganismos, liberando nutrientes que las plantas vuelven a absorber por sus raíces.
Este ciclo se repite continuamente, generando un ambiente autosuficiente y equilibrado.
3. Materiales necesarios
Recipiente de cristal con tapa hermética (frasco grande, pecera o bombonera).
Piedras o gravilla para drenaje.
Carbón activado (opcional, pero muy recomendado para filtrar impurezas y prevenir olores).
Sustrato ligero y rico en materia orgánica (mezcla de tierra para macetas con turba o musgo).
Plantas de tamaño reducido, preferiblemente de crecimiento lento y que toleren la humedad (helechos pequeños, musgos, fitonias, plantas suculentas tropicales, etc.).
Decoraciones opcionales (troncos, rocas pequeñas, figuritas).
Herramientas como cuchara, pinzas largas o palitos, para colocar las plantas dentro del frasco.
4. Procedimiento para montar tu jardín eterno
Limpieza y preparación
Lava y seca bien el frasco para evitar la presencia de bacterias no deseadas.
Revisa que la tapa cierre herméticamente.
Capa de drenaje
Coloca una capa de piedras o gravilla en el fondo del frasco (aproximadamente 2 cm).
Añade una fina capa de carbón activado sobre las piedras para ayudar a filtrar el agua y mantener el terrario libre de olores.
Sustrato
Agrega una capa de sustrato (entre 5 y 8 cm, dependiendo del tamaño del recipiente).
La mezcla debe ser ligera y con buen drenaje para que las raíces se desarrollen sin problemas.
Plantación
Haz pequeños hoyos en la tierra con ayuda de una cuchara o palito.
Coloca las plantas elegidas dentro de cada hoyo y cubre sus raíces con el sustrato. Presiona ligeramente para fijarlas sin dañar los tallos.
Ten cuidado de no exceder la cantidad de plantas; deja espacio para que crezcan de forma natural.
Decoraciones y riego inicial
Si lo deseas, agrega rocas decorativas, trozos de madera o figuritas pequeñas que no alteren el ecosistema.
Rocía agua limpia sobre el sustrato hasta humedecerlo ligeramente. Evita encharcar, ya que el exceso de agua puede ocasionar hongos.
Sellado y ubicación
Cierra la tapa de manera hermética.
Coloca el terrario en un lugar con luz indirecta, evitando la luz solar directa que puede calentar el frasco.
Observa la formación de gotas de agua en las paredes. Si hay demasiadas, abre la tapa durante unas horas para ventilar.
5. Cuidado y mantenimiento
Iluminación: Asegúrate de que el frasco reciba luz suficiente, pero evita el calor excesivo.
Temperatura: Mantén el terrario en un ambiente moderado, alrededor de 20-25 °C.
Humedad: Verifica si las paredes se condensan. Si no ves nada de humedad, rocía un poco de agua con un atomizador.
Podas: Si las plantas crecen demasiado, retira o poda algunos brotes para evitar la sobresaturación de espacio.
Oxigenación: Cada cierto tiempo (por ejemplo, una vez cada dos o tres meses), ventila el frasco unos minutos para renovar el aire.

6. Conclusión
Un ecosistema autosuficiente en un frasco, también conocido como terrario eterno o jardín eterno, es un proyecto casero que combina ciencia y decoración de una forma didáctica y estéticamente agradable. Gracias a los principios básicos de la circulación de agua, la fotosíntesis y el ciclo de nutrientes, este pequeño hábitat se mantiene casi sin intervención. Al seguir los pasos descritos y elegir plantas adecuadas, podrás disfrutar de un rincón natural autosustentable, ideal para los amantes de la naturaleza o para quienes buscan añadir un toque ecológico a su hogar.